domingo, 6 de septiembre de 2015

PODEMOS SUPERAR UNA RUPTURA.

PODEMOS SUPERAR UNA RUPTURA.
TOMADO DEL LIBRO 
”CAJA DE HERRAMIENTAS PARA LA VIDA” 
DE MAYTTE, 
ROCAEDITORIAL

"Cuando te encuentras en el ojo del huracán no hay palabras ni comentarios positivos que puedan serenar tu ansiedad; pero con el tiempo descubrirás que todo sucedió por una buena razón."

La separación de una pareja es uno de los sucesos más estresantes y traumáticos de superar. Por eso quiero compartir algunas reflexiones que ayuden a sanar las heridas del corazón, a pasar la página en algún momento y continuar adelante.

Mientras escribo, pienso que realmente la única medicina que puede calmar el dolor de una ruptura sentimental es el tiempo. 

Cuando te encuentras en el ojo del huracán, completamente afectado, no hay palabras ni comentarios suficientemente poderosos ni positivos que puedan calmar tu ansiedad, mucho menos aquietar tus emociones, especialmente si fuiste la persona a la que dejaron. 

Con el tiempo descubrirás que te sucedió por una buena razón, pues todas las situaciones que vivimos con cierta intensidad, guardan una enseñanza.

Pero no me gustaría que recuerdes, una vez más, todo lo que has vivido, ¡ya forma parte del pasado! Te sugiero que distraigas tu mente y que, por unos minutos, te desconectes de la preocupación, el miedo y la rabia que puedas sentir en este instante. 

¡Éste es el momento de sanar! Abre tu corazón y tu mentepara que puedas dar los pasos que te curen las heridas, recuperen la serenidad y la claridad que te permitan continuar tu vida. Vamos, yo sé que ha sido intenso  y difícil, pero hagamos juntos una reflexión. 

Tú también fuiste partícipe activo de la relación, tomaste decisiones importantes, asumiste responsabilidades y las cumpliste, llegaste a ser independiente antes o durante la relación. Entonces, ¿cómo  puedes perder el control y el sentido de tu vida tan fácilmente?

¡Siempre puedes volver a comenzar!
Eres una persona especial. Estoy segura que algún lugar hay otro ser igual esperando el momento de encontrarse contigo para compartir la vida.


Claves para recuperarte.


Claves para recuperarte.

No pienses tanto. 

Deja de darle vueltas en tu cabeza a lo que pudiste hacer que ya no hiciste. Solo vale la pena si aún estás a tiempo de evitar la separación, en cuyo caso es indispensable que tu pareja esté de acuerdo. No permitas que tus pensamientos te hagan recordar detalles tristes y por ello sufras. Distrae tu mente.

Vive tu duelo.

Es natural que te sientas herido, en realidad acabas de experimentar una gran pérdida. Hacerte el fuerte y aparentar que no has sufrido puedes llevarte a guardar y reprimir emociones negativas que más tarde se volverán contra ti. Déjalas salir.


Comparte con un amigo.

Hablar con alguien interesado nuestra historia puede ser muy terapéutico, pues nos ayuda a liberar un poco nuestra carga emocional. Evita contarle a mucha gente acerca de tu situación, para que su comentario destructivo no aumente la tensión ni profundice tu dolor.

No busques culpables.

Mientras más  insistas en sentirte culpable por lo que pasó, o en hacer culpable a tu pareja, lo único que lograrás será aumentar tu malestar. Considera que en una relación ambos son parcialmente responsables de su proceder.

No guardes esperanzas.

En ocasiones el dolor te acompaña durante tanto tiempo porque, en el fondo de tu corazón, todavía conservas la esperanza o la ilusión de que esa persona reconsidere su decisión o revise su comportamiento y vuelva.  Es preferible dejar ir; si esa persona es para ti regresará, pero en otras condiciones.

No tengas miedo.

Recupera la confianza en ti mismo. Reconoce tus capacidades y, al mismo tiempo, recuerda que dentro de ti se encuentran las herramientas para superar cualquier situación difícil. 

¡Tú puedes salir de ahí! 

Pregúntate: ¿qué puedo aprender de esta experiencia?, y con mucha suavidad, permítete aprenderlo.

Practica el perdón. 

Aunque te resulte difícil, cuando te sientas fortalecido llénate del amor que tienes por algunos de tus otros seres queridos y perdona. ¡Vamos!, mereces liberarte del daño que esa reminiscencia te produce, para que puedas recibir los regalos y las oportunidades que la divinidad tiene para ti.


"No hay fórmulas mágicas que nos permitan superar el problema sin afrontarlo, pero existen herramientas que pueden ayudarte a reunir la fortaleza, el valor, la fe y el ánimo para levantarte."

jueves, 3 de septiembre de 2015

GUÍA DE LOS GESTOS. (EL LENGUAJE NO VERBAL)



GUÍA DE LOS GESTOS. (EL LENGUAJE NO VERBAL)
TOMADO DEL LIBRO “LA APARIENCIA SÍ CUENTA” DE CAROLA SIXTO Y MARSELA ECHEYRE

Ya sea que se trate de un científico, de un contador o de un artista, todos, en mayor o menor medida, cuando nos presentamos frente a alguien buscamos causar la mejor impresión.

Por lo general no nos detenemos ni un instante a pensar que gestos evitaremos o cuáles utilizaremos para enfatizar nuestros mensajes, tampoco decidimos a quien se dirigirán las miradas ni estudiamos las posturas que nos mostrarán más convencidos de lo que estamos diciendo. En otras palabras, nos ocupamos exclusivamente de la comunicación verbal y dejamos librada al azar la comunicación no verbal. Si pensamos en del impacto del lenguaje corporal advertiremos que dedicarle un poco más de tiempo a preparar será una idea más que acertada. 

Es prácticamente imposible pretender dominar el 100% de nuestros movimientos, ya, que perderíamos espontaneidad. Pero así como cuando estamos frente al público cuidamos mucho más de nuestro lenguaje y evitamos ciertos términos que tal vez utilizamos en ambientes más relajados (en casa o entre amigos), también podemos proponernos utilizar un lenguaje no verbal que tenga mayor impacto positivo y menor carga de connotaciones negativas.

Tal vez nos haya sucedido alguna vez que luego de decirle a alguien lo predispuestos que estábamos para un trabajo o lo entusiasmados que nos encontrábamos por semejante desafío, nos contestara "eso no es lo que parecía, por el contrario, aparentabas estar ansioso por terminar cuanto antes la reunión”.

Estos “cortocircuitos" son muy habituales. La experta Judi James, autora de El Lenguaje Corporal (2005 Paidós), los denomina ”filtraciones" y los define como  las señales del lenguaje corporal que se emiten cuando uno intenta decir una cosa, pero visualmente se filtra otra”. Esto sucede muy a menudo cuando alguien nos pregunta cómo estamos y siempre respondemo "muy bien”. Tal vez, estamos preocupados por algo verdaderamente grave o estamos cansados, igualmente respondemos que "estamos muy bien". Esto también sucede en las reuniones o presentaciones. Y el público lo advierte.

SI NO QUIERES PARECER NERVIOSO, EVITA:
    • Sentarte con los brazos y/o piernas cruzadas.
      Sonarte las articulaciones de las manos.
      Humedecerte los labios continuamente.
      Carraspear a menudo para aclararte la garganta.
      Golpear incesantemente el pie debajo de la mesa.
      Comerte las uñas.
      Balancear la silla.
      Rascarte los brazos u otra parte del cuerpo.
      Mirarte las uñas continuamente.
      Jugar con el cabello, patillas, barba o bigote.
      Jugar con las joyas.
      Arreglarte el nudo de la corbata.

    SI NO QUIERES PARECER UN SOBERBIO, EVITA:

    • Estirarte en la silla hacia atrás cuando la otra persona habla.
    • Suspirar o mirar el reloj cuando las persona hace una exposición.
    • Mirar al otro por encima de los lentes.
    • Fruncir el seño cuando el otro habla o pregunta.
    • Fruncir los labios.
    • Juntar o cruzar los dedos.
    • Hacer una mueca con la boca y chistar mientras el otro habla.

    SI NO QUIERES PARECER UN NECIO, EVITA:

    • Negar con la cabeza o chistar reiteradamente antes de que el otro termine de exponer su idea.
    • Hacer movimientos con las manos cuando el otro habla.
    • Llevar a la boca el lápiz u otro objeto, como un colgante.
    • Retorcerte las manos.
    • Frotarte la cara con las manos.
    • Garabatear  con un lápiz el informe o la carpeta.
    • Sacarse los zapatos o jugar con ellos.

    SI NO QUIERES PARECER DOMINANTE, EVITA:

    • Apoyar las manos en el escritorio de tu secretaria o compañero con las palmas hacia abajo y los dedos separados.
    • Sostener la mirada sin parpadear.
    • Párate detrás de alguien que está sentado y hablarle desde esta posición o leer lo que esté escribiendo.
    • Continuar sentado cuando entra alguien a la oficina.
    • Acercarte demasiado a los demás cuando les hablas.
    • Gritar las órdenes.
    • No levantar la mirada de la computadora cuando un colega o jefe te hablan.
    • Escuchar a los demás con las manos detrás de la cabeza.

    SI NO QUIERES PARECER FALSO, EVITA:

    • Tocarte la nariz.
    • Frotarte los ojos.
    • Rascarte el cuello.
    • Tirarte del cuello de la camisa.
    • Apretar los dientes.
    • Reírte con la boca muy cerrada y los dientes apretados.


    SI NO QUIERES PARECER ABURRIDO, EVITA:

    • Apoyar  tu mano en la barbilla.
    • Cruzar las piernas y balancear tu pie.
    • Rascarte la cabeza.
    • Desviar la mirada.
    • Girar la cabeza cada vez que alguien ingresa a la sala.
    • Mirar el reloj.
    • Leer y volver a ver el material impreso que nos dieron al ingresar.
    • Ordenar la billetera o la cartera.
    • Hacer garabatos en las hojas que te dieron para tomar anotaciones.