TOMADO DEL LIBRO
”CAJA DE HERRAMIENTAS PARA LA VIDA”
DE MAYTTE,
"Cuando te encuentras en el ojo del huracán no hay palabras ni comentarios positivos que puedan serenar tu ansiedad; pero con el tiempo descubrirás que todo sucedió por una buena razón."
La separación de una pareja es uno de los sucesos más estresantes y traumáticos de superar. Por eso quiero compartir algunas reflexiones que ayuden a sanar las heridas del corazón, a pasar la página en algún momento y continuar adelante.
Mientras escribo, pienso que realmente la única medicina que puede calmar el dolor de una ruptura sentimental es el tiempo.
Cuando te encuentras en el ojo del huracán, completamente afectado, no hay palabras ni comentarios suficientemente poderosos ni positivos que puedan calmar tu ansiedad, mucho menos aquietar tus emociones, especialmente si fuiste la persona a la que dejaron.
Con el tiempo descubrirás que te sucedió por una buena razón, pues todas las situaciones que vivimos con cierta intensidad, guardan una enseñanza.
Pero no me gustaría que recuerdes, una vez más, todo lo que has vivido, ¡ya forma parte del pasado! Te sugiero que distraigas tu mente y que, por unos minutos, te desconectes de la preocupación, el miedo y la rabia que puedas sentir en este instante.
¡Éste es el momento de sanar! Abre tu corazón y tu mentepara que puedas dar los pasos que te curen las heridas, recuperen la serenidad y la claridad que te permitan continuar tu vida. Vamos, yo sé que ha sido intenso y difícil, pero hagamos juntos una reflexión.
Tú también fuiste partícipe activo de la relación, tomaste decisiones importantes, asumiste responsabilidades y las cumpliste, llegaste a ser independiente antes o durante la relación. Entonces, ¿cómo puedes perder el control y el sentido de tu vida tan fácilmente?
¡Siempre puedes volver a comenzar!
Eres una persona especial. Estoy segura que algún lugar hay otro ser igual esperando el momento de encontrarse contigo para compartir la vida.
Claves para recuperarte.
Claves para recuperarte.
No pienses tanto.
Deja de darle vueltas en tu cabeza a lo que pudiste hacer que ya no hiciste. Solo vale la pena si aún estás a tiempo de evitar la separación, en cuyo caso es indispensable que tu pareja esté de acuerdo. No permitas que tus pensamientos te hagan recordar detalles tristes y por ello sufras. Distrae tu mente.
Vive tu duelo.
Es natural que te sientas herido, en realidad acabas de experimentar una gran pérdida. Hacerte el fuerte y aparentar que no has sufrido puedes llevarte a guardar y reprimir emociones negativas que más tarde se volverán contra ti. Déjalas salir.
Comparte con un amigo.
Hablar con alguien interesado nuestra historia puede ser muy terapéutico, pues nos ayuda a liberar un poco nuestra carga emocional. Evita contarle a mucha gente acerca de tu situación, para que su comentario destructivo no aumente la tensión ni profundice tu dolor.
No busques culpables.
Mientras más insistas en sentirte culpable por lo que pasó, o en hacer culpable a tu pareja, lo único que lograrás será aumentar tu malestar. Considera que en una relación ambos son parcialmente responsables de su proceder.
No guardes esperanzas.
En ocasiones el dolor te acompaña durante tanto tiempo porque, en el fondo de tu corazón, todavía conservas la esperanza o la ilusión de que esa persona reconsidere su decisión o revise su comportamiento y vuelva. Es preferible dejar ir; si esa persona es para ti regresará, pero en otras condiciones.
No tengas miedo.
Recupera la confianza en ti mismo. Reconoce tus capacidades y, al mismo tiempo, recuerda que dentro de ti se encuentran las herramientas para superar cualquier situación difícil.
¡Tú puedes salir de ahí!
Pregúntate: ¿qué puedo aprender de esta experiencia?, y con mucha suavidad, permítete aprenderlo.
Practica el perdón.
Aunque te resulte difícil, cuando te sientas fortalecido llénate del amor que tienes por algunos de tus otros seres queridos y perdona. ¡Vamos!, mereces liberarte del daño que esa reminiscencia te produce, para que puedas recibir los regalos y las oportunidades que la divinidad tiene para ti.
"No hay fórmulas mágicas que nos permitan superar el problema sin afrontarlo, pero existen herramientas que pueden ayudarte a reunir la fortaleza, el valor, la fe y el ánimo para levantarte."
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