COMO SUPERAR UNA PÉRDIDA AMOROSA.
Tomado del libro “AMOR AL SEGUNDO INTENTO” de Antoni Bolinches. Ed Random House Mondadori
El primer y principal reto que tiene la persona, como consecuencia de una separación, se ve forzada a iniciar una nueva fase de su existencia es el de superar la pérdida. Y para ello, la primera pregunta que hay que hacerse es a qué pérdida nos referimos. Porque cuando la persona queda descontextualizada de su vida anterior no pierde sólo a la pareja, sino también todo mundo de relaciones y una historia común. Hasta tal punto puede ser grave el sentimiento de soledad y aislamiento que se alcanza en esos momentos, que me ha llamado la atención la forma tan peculiar con la que muchas personas se refieren a su situación, puesto que la definen como “haberse quedado colgados”.
Considerando que esta descripción, además de ser gráfica, es una proyección del estado anímico de las personas que se ven privadas repentinamente de la convivencia sin desearlo, la tomaré como una expresión simbólica representativa de la situación vital que intenta describir, puesto que “estar colgado” significa estar suspendido en el espacio, pendiente de un hilo y privado de compañía. Así es como se sienten la inmensa mayoría de las personas que son dejadas por sus parejas sin estar preparadas para ello. Pero como la separación se produce con independencia de la capacidad que el sujeto tiene para aceptarla, a quienes se encuentran en tal situación no les queda más remedio que reaccionar y, por fortuna, la mayoría lo hacen tan pronto como pueden y lo mejor que saben, porque intuyen que cuando ya no pueden oponerse no les queda más remedio que sobreponerse.
Superar la pérdida es aceptar que la vida ya no será igual ni en la intimidad ni en la sociedad y que la distribución del tiempo y los afectos deberá cambiar. Por tanto, el primer paso de la superación es la aceptación de la nueva realidad, lo cual no siempre resulta fácil porque no es una realidad creada por el propio sujeto sino forzada desde el exterior. Por eso, lo urgente en estos casos es ayudar a combatir el sentimiento de abandono favoreciendo que la persona se oriente hacia el sufrimiento productivo durante el tiempo que sea necesario.
Siento no poder proponer otra fórmula más expeditiva; reconozco que la expectativa de sufrir durante cierto tiempo no es un panorama alentador para quien necesita ansiosamente soluciones inmediatas, pero como no conozco otro camino mejor, le estoy ofreciendo el mejor que conozco. Para animarle a que lo siga, lo que sí puedo asegurar es que, sin ser un sistema rápido ni fácil, resulte eficaz y rentable porque a través de él se alcanza una doble recompensa: Superar la pérdida y aumentar el grado de madurez personal. Aunque, para conseguir ambas cosas, deberá realizar un pequeño esfuerzo que trataré de facilitar explicándole las claves que favorecen la correcta aplicación del sistema.
La primera clave es conseguir la actitud adecuada, la segunda es mantener esa actitud durante el tiempo necesario, la tercera consiste en recuperar alicientes del pasado y buscar alicientes del futuro y la cuarta reside en construir con ellos una nueva realidad. Ésa es la fórmula infalible que permite superar la pérdida del sujeto amoroso, aunque como su efecto es lento, los resultados no se aprecian de inmediato sino que se van notando poco a poco. A título de referencia, si se aplica la fórmula de forma apropiada, un año después de iniciar el proceso la persona debe estar en condiciones de vivir su nueva realidad sin secuelas emocionales que generen distorsiones en su mundo afectivo. Por decirlo en otras palabras, y para entenderlo mejor, los resentimientos hacia la pareja y las conductas de evitación hacia otras posibles relaciones no deben ser excesivas y la persona ha de estar instalada, con cierta comodidad, en el nuevo estilo de vida que se ha construido.
LA ACTITUD ADECUADA.
La estrategia es aceptar el sufrimiento y hacer que disminuya por autocombustión.
EL TIEMPO NECESARIO.
Entre seis meses y un año.
RECUPERAR ALICIENTES DEL PASADO Y BUSCAR ALICIENTES DEL FUTURO.
Formas productivas de utilizar el tiempo, bien sea recuperando aficiones que se abandonaron, bien sea haciendo cosas que no se hacían porque no se consideraban compatibles con la situación de compromiso propia de la convivencia en pareja.
CONSTRUIR UNA NUEVA REALIDAD.
Gracias a un proceso de superación que dejar a la persona en condiciones de orientarse eficazmente hacia nuevos proyectos vitales.