CONCEPTOS ESENCIALES DEL LIBRO "ARMONÍA ESPIRITUAL"
"Tu cuerpo es el reflejo del estado de tu alma."
Tu nivel y riqueza espiritual se muestran en tu materia, en tu exterior. Con sólo verte se puede saber si eres o no eres feliz, si estás conectado con tu divinidad, si has recibido ya o sigues ignorante del mensaje de amor universal del cosmos.
Tu cara tiene una expresión y ella te delata, todo tu ser te delata. Tus ojos, tus labios, tú frente, tu postura, tu voz y su tono. La paz y la felicidad son elementos indicativos de tu espiritualidad y no se pueden disimular como tampoco se pueden ocultar.
Tu cuerpo, que es tu envoltura material, refleja totalmente si has logrado la armonía, si te has convertido en su perfecta expresión o si no has logrado canalizar positivamente tu energía y no te hagas hermanado con tu entorno Y tus semejantes. Si te has limitado y si has avanzado.
Porque cuando no has tomado en cuenta tu vida interior, tu espiritualidad, tu expresión facial es de dureza, tu frente esta contraída, tus labios se desdibujan, tu voz es altisonante y tiene un tono de pesadumbre, de amargura. Tu cuerpo es como una hoja seca y contraída, que hace tiempo dejó escapar la vida.
Por el contrario, cuando has elevado tu frecuencia de pensamiento y sientes y vives en el amor, pareciera que tuvieras una luz interna que iluminara todo a tu paso, y lo que piensas y sientes, tanto por ti como por los demás, se advierte en tu mirada, brillante y directa. En la sonrisa que ofrecen tus labios, en tu postura y en la expresión serena y dulce que ha hecho nido en tu cara.
CONOCIMIENTO.
"Todo aquel que quiera una vida perfecta, debe buscar primero el conocimiento.”Srila Prabhupada
Todas las criaturas y las cosas en este mundo tienen una esencia, es decir, una razón de ser, misma que pertenece a un sitio, o a un grupo especial. Así, tanto seres vivos como inanimados forman reinos, grupos y especies diferentes. Además, entre todos esos grupos, hay de por medio una armonía, que los hace alternar, compaginarse, coexistir.
Desafortunadamente solo el ser humano no ha caído en la cuenta de esta cadena armónica y la razón es el desconocimiento de su propia esencia, de su naturaleza. El ser humano nace, vive y muere, en muchos casos, sin saber quién es, de dónde viene y para qué y por qué estuvo aquí.
Ese deseo de saber, de conocer, es también un despertar que nos impulsa a una búsqueda intensa, en la que esperamos afanosamente hallar respuestas para ese gran misterio del ser, que sólo nosotros podemos responder, porque en nuestro interior llevamos al gran Maestro Universal, quien nos habla desde dentro, para hacernos comprender nuestra trascendencia en este mundo.
ESPERANZA.
"Si ayudo a una persona a tener esperanza, no habré vivido en vano." Martín Luther King
Esperar contra toda esperanza. Esperar sin desesperar. Esperar con inteligencia, con certeza, con serenidad. La esperanza para los seres humanos es la oportunidad para realizar algo que tal vez ya se consideraba perdido. Este sentimiento que se contiene también en la fe en que todo puede mejorar, es lo que hace que veamos una luz en la oscuridad. Es también un sentimiento de confianza que en un momento determinado, puede haber un milagro.
Esa fuerza interna que nos haces sobreponernos la adversidad, ese impulso que no sé hacer rebelarnos y enfrentar lo que sea, ese giro favorable e inesperado que pueden tomar las cosas, cuando se consideraban perdidas es la esperanza. Esa seguridad que nos susurra en el oído “sé fuerte y continua”, es la esperanza.
FORTALEZA ESPIRITUAL.
"Nadie imagina que para enfrentarlo y superarlo todo, hacemos acopio de una enorme fortaleza, invisible e indestructible, que vive en el interior de cada quien."
Gente débil en apariencia que de pronto logra hacer proezas increíbles. Una sensación inaudita de calma ante una gran crisis emocional, ante la pérdida de un ser querido, ante el más negro de los problemas.
¿Cuantas veces has escuchado decir a alguien: "No sé de dónde saqué la fuerza para enfrentarme a esto"?
Esa fuerza que no sabías que existía dentro de ti es una prístina manifestación del espíritu, que en la peor de las tormentas se levanta y pelea. Dado que todos tenemos espíritu, todos tenemos también fortaleza espiritual. Y como cualquier don divino, es posible cultivarla: basta que sepas que existe, que eres más fuerte y resistente de lo que crees.
ORACIÓN.
"La oración es en un encuentro privado, entre Dios y tú.” Lorenzo de Palemón
Siempre musitamos "Dios mío", pero en realidad Él es de todos, porque a su misericordia nos encomendamos, porque cuando sufrimos en Él encontramos consuelo. Y cuando somos felices también Dios está presente, porque necesitamos hablar con Él y expresarle lo que sentimos, lo que anhelamos, lo que tememos, todo lo que pensamos. Todos confiamos en Él.
Una forma de sentirnos cerca de nuestra divinidad es elevar una oración, a solas, en un lugar donde haya tranquilidad, donde podamos analizar las palabras que le vamos a expresar.
Porque es bien cierto que hay oraciones y plegarias que nos acompañan desde niños, a las que recurrimos cuando estamos asustados, cuando estamos emocionados. Cuando estamos lo mismo tristes que felices. Pero la verdadera oración nos la dicta nuestro corazón.
No hay mejor comunicación que la que es honesta y para dialogar cuando Él no necesitas de palabras sofisticadas ni elevadas.
Bastará con que abras las puertas de tu corazón y le hables desde tu alma. Verás que te escucha, que te comprende, que te habla.
TRANSFORMACIÓN.
"Transformaos por la renovación de vuestras mentes." San Pablo.
Nuestra mente habla todo el tiempo, en una charla incesante. Es tanto su parloteo que a veces nos cansa, nos quita energía y, desde luego, tiene el poder de enfermarnos.
Todos los maestros espirituales conocen la importancia de acallar la mente. Cuando ésta se encuentra en silencio, podemos lograr la tranquilidad para abrirnos realmente al mundo, al plano espiritual, despertar nuestra conciencia y darnos cuenta de lo que es realmente importante.
Esto, es la transformación.
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