viernes, 7 de febrero de 2014

LA AUTOESTIMA, UN VALOR SECRETO.

LA AUTOESTIMA,
UN VALOR SECRETO.
 TOMADO DEL LIBRO
"LA AUTOESTIMA" DE LUIS ROJAS MARCOS

La valoración que los seres humanos hacemos de nosotros mismos es el resultado de millones de interacciones neuronales que tienen lugar en el cerebro, superprotegido centro vital y estratégico de nuestro ser que no se presta al examen directo ni a su cuantificación objetiva.

De momento, pues no podemos medirla como hacemos con la presión arterial, con el nivel de colesterol en la sangre o con la temperatura del cuerpo. La cantidad y calidad de nuestra autoestima es algo esencialmente íntimo, personal y subjetivo.

La intimidad de la autoestima se refleja en el hecho de que la gran mayoría de los hombres y las mujeres, mayores y pequeños, prefieren mantener la consideración y el aprecio por rechazo de sí mismos en privado, cuando no en secreto.

Como se valoran es un tema del que no suelen hablar, sobre todo si la valoración es razonablemente positiva y se ajustan. Las personas con una autoestima saludable, que son la mayoría, tienden a pasar inadvertidas.

La autoestima es algo personal en el sentido de que cada uno construye el concepto de su “yo” con distintos ingredientes.

Recuerdo casi unos meses estaba cenando en casa de unos amigos y surgió en la conversación el tema de la autoestima. Aproveché la ocasión para preguntarle a su simpática y habladora hija Anya, de doce años: “¿A ver, Anya: del cero al diez, en cuanto te valoras a ti misma?” La pequeña se concentró unos segundos y me respondió sin vacilar:  “Un nueve”. “¿Y por qué un número tan alto?”, insistí. A lo que ella me respondió con una expresiva sonrisa y los ojos bien abiertos: “Mira, Luis, tengo unos padres que me quieren, voy a un colegio estupendo, soy bastante lista y cuando estudio saco buenas notas”. Después de una pausa, añadió: “¡Ah!, Y estoy viva”.

La verdad es que no me sorprendió la facilidad con la que Anya identificó los ingredientes de su fórmula de la autoestima.

Días después le hice una pregunta similar a Jennifer, una niña de la misma edad, hija de otros amigos: “¿Para ti tus compañeras de colegio, que cosas son las más importantes a la hora de sentiros bien con vosotras mismas?”. Su respuesta fue inmediata: “Ser guapa, tener éxito entre las chicas y los chicos”.

Al ser un fenómeno tan íntimo y personal, el estudio de la autoestima casi siempre está impregnado de subjetividad.

La verdad es que todos enjuiciamos y explicamos nuestro mundo y el mundo de los demás a nuestra manera o, como asegura el viejo refrán, “cada cual cuenta la feria según le va en ella”.

Nuestras experiencias pasadas, nuestros valores y nuestras expectativas moldean nuestras opiniones, especialmente sobre ideas abstractas o temas tan emocionalmente cercanos importantes para nosotros como la propia valoración de lo que somos.

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