lunes, 20 de enero de 2014

LA VERDAD DE UN VENDEDOR.

LA VERDAD DE UN VENDEDOR.
TOMADO DEL LIBRO EL BUSCADOR DE LEONARDO CORONA FOX

Sí, es verdad que el sol se siente más fuerte después de caminar doce calles, y el hambre cala más después de las tres de la tarde; que tus zapatos son testigos fieles de tus proezas.

Sí, es verdad. Se extraña más a la familia después de ocultarse el sol, se necesitan unos brazos cálidos y una palabra de aliento cuando la lluvia golpea insistente tu fe.

Sí, es verdad que no ocasiones parece que la vida está en tu contra, que las palabras de aquellos que te dicen que sí se puede, que no te venzas, que tengas valor, que tú eres el mejor, no hay límites, etc., parecen huecas.

Pero también es verdad que al llegar a tu casa y ver que tus hijos te esperan felices, que tienen un techo que los cubra del sol que te desmaya y de la lluvia que te deprime; que hay un plato con sopa en tu mesa para los seres que amas, que los brazos agradecidos y tiernos de una mujer te esperan amorosos, es verdad que te sientes bendecido.

Sí, es verdad que haz sollozado de angustia en alguna ciudad por la lejanía de tus seres queridos, que desde la ventana de un cuarto de hotel has llorado al ver las luces navideñas, los resplandores de los juegos pirotécnicos del aniversario de la Independencia.

Si es verdad, el corazón te aprisionaba, y un grito de dolor te tragaste al llamar a casa ese Día del Padre y escuchar a tus hijos cantarte las mañanitas, mientras que estabas ¡a 600 km de distancia!

Sí, es verdad que arriesgaste tu vida una noche lluviosa manejando cansado y con miedo, para llegar a tiempo a la fiesta de tu madre, y que quisiste botarlo todo cuando llamaste a casa y ella te dijo que el niño estaba enfermo.

Pero también es verdad que lloraste de alegría al ver a tu hijo graduarse, que tus manos temblaron al sostener a tu hija de quince años cuando bailó su vals, y que agradeces el cielo cuando-bajo el árbol navideño-hay regalos para tu familia. Que te sientes seguro y feliz al llegar a tu hogar; al saber que cada mueble, cada cuadro y cada cosa es el fruto de tu esfuerzo.


Sí, es verdad. Eres un caminante, un buscador de metas, un nómada aventurero, un Cristóbal Colón de nuestro tiempo. Eres un vendedor orgulloso de su compromiso: eres un gran vendedor, un enorme buscador de oportunidades.

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