SI YO FUERA EL DIABLO.

SI YO FUERA EL DIABLO.

Tomado del libro “FRASES, CITAS Y PENSAMIENTOS PARA LA FAMILIA”. Selección de Pablo Gómez. ed. EMU.

“Si yo fuera el diablo, tomaría el control de la nación más poderosa del mundo. Engañaría sus mentes para que pensaran que son producto del esfuerzo del hombre, en vez de las bendiciones de Dios. Promovería una actitud de amor por las cosas materiales y usaría a la gente, en vez de ser lo contrario. Embaucaría a estados completos para que dependieran de los juegos de azar para su renta estatal. Convencería la gente de que el carácter no es lo esencial cuando se trata de liderazgo. Declararía que es legal tomar la vida de los bebés no nacidos todavía. Declararía que es socialmente aceptable tomar su propia vida, e inventaría máquinas que rehiciesen convenientemente. Degradaría la existencia del ser humano lo más posible, de manera que las vidas de los animales valgan más que las de los seres humanos. Sacaría a Dios de las escuelas, y si su nombre fuera mencionado sería motivo para una demanda en la corte. Traería drogas para adormecer la mente y atraer a la juventud, y conseguiría héroes deportivos para que las anunciaran. Ejercería el control de la comunicación masiva para que todas las noches pudiera corromper la mente de cada miembro de mi agenda. Atacaría a la familia, que es la espina dorsal de cualquier nación. Haría que el divorcio fuera aceptable, fácil, y que estuviera de moda, porque si la familia se desmorona, también lo hace la nación. Impondría que la gente expresara sus más depravadas fantasías en cuadros y pantallas de teatro, y las llamaría arte. Convencería al mundo de que la gente nace homosexual, y que sus estilos de vida son aceptados y admirados. Convencería a la gente de que lo correcto y lo equivocado lo determinan unos pocos que se llaman autoridades y que de acuerdo con su agenda sería políticamente correcto. Persuadiría la gente de que la Iglesia es irrelevante, que está fuera de moda y que la Biblia es para los ingenuos. Adormecería la mente de todos, les haría creer que la oración no es importante y que la fidelidad y la obediencia son opcionales. Creo que dejaría las cosas más o menos de la misma forma en que están ahora.“ Paul Harvey